Primera parada, fuimos recibidos por Claudio Barria, el famoso enólogo que es responsable que la nueva generación de vinos Intipalka estén cada día mejor. Esta primera bodega formaba parte de un viaje de enoturismo de dos días y cuatro bodegas peruanas en Lurin e Ica.
Somos tres amigas, que hace muy poco nos dimos cuenta que compartimos el gusto por el vino. Así que cuando Pedro Cuenca de #CataPrivada, promocionó este viaje, nos inscribimos inmediatamente.

Nos explicó paso a paso y con mucha paciencia todos los retos que tuvo desde que llegó, primero preocuparse por el viñedo y la tierra, la experiencia en cepas para vino de origen francés era muy primaria en Perú, luego en la bodega todo el proceso de vinificación tuvo que tratarse con mucho detalle e intensidad para obtener lo mejor de las uvas. Nos enseñó toda la tecnología de punta que tienen, lo que hace el trabajo más sencillo. Para que sirve cada máquina y como funciona.

Nos hizo probar cada uva distinta con las que se hace su famoso vino blanco que ganó la primera medalla en el Concurso Mundial del Sauvignon Blanc, con lo que Perú quedó inscrito entre los países productores de Sauvignon Blanc y ayudó mucho para introducir los vinos Intipalka en los restaurantes peruanos, un vino estupendo para combinar con nuestra riquísima comida peruana. El secreto es la magia, la alquimia que él hace para lograr el mejor aporte de cada uva y obtener el resultado ganador de medallas.

Seguimos el recorrido mirando las increibles instalaciones y aprendiendo de todo el proceso que se tiene que llevar a cabo para vinificar.

Llegamos a la gran sala donde se realiza el embotellamiento automatizado, etiquetado, encorchado y encajonado.

Y finalmente bajamos a la cava subterránea, ahi donde el vino descansa en guarda en oscuridad y baja temperatura, por los meses que decida Claudio hasta que el vino esté listo para embotellarse.

Finalizada esta parte interesante del conocimiento, pasamos a la gran casa hacienda donde está la zona para almorzar que nos esperaba con parrilla y degustar los famosos vinos Intipalka. El plus fueron los cocteles preparados por Hector Tuesta, bartender del equipo de Cata Privada, que manera de engrerirnos!!

El delicioso y refrescante coctel preparado con Pisco Queirolo

La zona del almuerzo con una vista preciosa a los jardines de la hacienda

Los vinos que acompañaron el almuerzo. Intipalka, vinos peruanos estupendos. El varietal malbec (una sola uva), los blend (cabernet sauvignon-syrah y malbec-merlot) y finalmente el estupendo premium (tannat, cabernet,, malbec con 18 meses de guarda) El decir del grupo….estamos en el cielo winelovers!!! Y nos quedan dos dias más!! . Gracias Cata Privada por organizar estos enoviajes!!

Después de tan grata experiencia partimos a Ica, donde nos esperaban muchas sorpresas.
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