
El esperado viaje con el Club de enófilos de Cata Privada se inició por todo lo alto con la bodega Trapiche que está ubicada en Maipú, una de las localidades vitivinícolas mas importantes de Mendoza y que está a sólo 20 minutos del centro de la ciudad.
Trapiche fue reconocida en el 2016 como la bodega argentina más premiada en el mundo por la WAWWJ y en el 2017 recibió un galardón por ser la bodega argentina más admirada del mundo, según la prestigiosa publicación Drinks International. Así que ya se imaginarán la expectativa.
Me impresionó mucho el edificio. La enóloga Victoria Flores, quien nos recibió y atendió muy bien durante todo el recorrido, nos contó que fue construido en 1912 al estilo florentino y luego de estar muchos años abandonado, en el 2006 Trapiche lo compra y lo restaura, respetando lo mas tradicional de su arquitectura y por ello es ahora un ícono de la arquitectura enológica mendocina.

Empezamos el recorrido en un impresionante salón con techos y ventanales muy altos donde encontramos mapas de las regiones vinícolas de todo el mundo, fotografías de sus viñas y varias reliquias. Nos contaron toda la historia de la bodega y su filosofía de agricultura ecológica sustentable.

Salimos al exterior y vemos una antigua línea de tren que hace muchísimos años pasaba por ahí. Seguimos caminando y nos encontramos con un precioso e inmenso parque de árboles de olivos que rodean la bodega y que responden a las practicas biodinámicas que practican. Un vagón de tren está a primera vista y nos dicen que que pronto sería inaugurado como bar.

Entramos nuevamente a la bodega y subimos a una sala de degustaciones que cuenta con una terraza desde donde se puede apreciar mejor el parque de olivos, 9 hectáreas de montes de olivares y viñedos realmente es un baño de verde que me inunda con una sensación de paz y belleza abrumadora.


Los vinos
Finalmente pasamos a lo mas esperado, probar sus vinos. Nos espera una impresionante y preciosa mesa donde degustamos 18 estupendas etiquetas no solo de la bodega Trapiche, sino de la Bodega Mascota y la Bodega Navarro Correa porque todas pertenecen al Grupo Peñaflor una de las empresas vitivinícolas líderes de la Argentina cuyo director de enología es Daniel Pi.


La parte final de esta inolvidable visita fue el almuerzo en su restaurante de nombre «ESPACIO TRAPICHE» donde comimos un menú de tres pasos cada uno con un vino en maridaje.
Fue el cierre de oro. La atención es impecable, tiene una decoración sobria en madera con vistas preciosas a viñedos, la comida en su punto y el postre (foto) manjar de los dioses. Volveré sin dudarlo.
Más de mi viaje en: https://carmenyvinos.com/enoturismo-viaje-a-mendoza-2020/