
A mi me gustaba mucho asistir a catas ( o degustaciones) porque en ellas podía probar muchos vinos, en promedio de 5 a 8, a veces hasta 12, por un precio bastante aceptable y así conocer más y más etiquetas. De esa forma luego compraba solo lo que más me gustaba. Pero ahora, una cata virtual ¿cómo funciona?
Luego de esta increíble pandemia mundial, que lo cambió todo, no hay mas catas presenciales. Los sommelier, profesores y expertos han tenido que reinventarse y todos tenemos que adaptarnos a las nuevas fórmulas virtuales en casa. ¿Cómo funciona? ¿Cómo puede llevarse bien una cata virtual sin ver los colores, sin sentir los aromas, sin probar los sabores? No basta con ver y escuchar a través de una pantalla la opinión sobre un vino. Aquí les cuento mi primera experiencia y los pasos que seguí para asistir una cata virtual y sacarle el mejor provecho.
Primer paso: encontrar la cata
Yo sigo en redes a varios expertos que organizan conversatorios gratuitos donde se aprende mucho y a la vez se les va conociendo como explican, que temas tocan, en que se especializan. La mayoría de estos eventos virtuales se dan por instagram que es la red reina de los IG Live. Por ejemplo, como yo sigo las conversaciones de Soledad Marroquín que es una gran comunicadora gastronómica y de Joseph Ruiz Acosta, varias veces ganador como mejor sommelier del Perú, me enteré de esta cata y me interesó mucho saber más de esta uva poco conocida:

El precio me pareció bueno por las 2 botellas de vino y las 12 de agua, además del valor que tiene la clase brindada por dos personas reconocidas en el mundo del vino.
Segundo paso: Los vinos llegan a casa
Me contacté a los datos de Whatsapp que aparecen en el texto del anuncio de instagram, hice algunas consultas que me respondieron con mucha amabilidad, hice el pago al número de cuenta que me dieron (aquí el factor confianza es fundamental), les envié el voucher y coordinamos la entrega por delivery. Los vinos y el agua llegan a casa el día ofrecido. Es una gran emoción porque son dos botellas de vino que no he probado y también es un riesgo que no me permitía antes. Mi modus operandi era probar primero y comprar después .

Tercer paso: preparativos en casa
El día de la cata hice varios preparativos:
- Maridaje: Preparé una tortilla de papa con chorizo que va muy bien con vinos tintos.
- Copas: Como eran dos vinos, se necesitaban dos copas y como iba a participar mi hijo, alisté 4 copas de tallo largo que son las mejores para hacer girar el vino dentro de la copa sin que se derrame y así sentir mejor sus aromas.
- Base blanca: Alisté dos servilletas de tela blanca (también puede una hoja de papel blanco) que sirve para poner debajo de la copa y asó apreciar mejor el color del vino.
- Alistar los vinos: Media hora antes de las 8 puse los vinos a refrigerar como me indicaron y los descorché 5 minutos antes.
- Conexión: Es importante verificar como está la señal del wifi, a veces está inestable y cambio a datos de mi celular. También, una hora antes hice las pruebas necesarias porque quería ver la presentación en mi pantalla de televisión a partir de la conexión con Zoom desde mi laptop.
- Presentación personal: Como en estas reuniones Zoom se abre la cámara para interactuar, es necesario arreglarse un poco, por lo menos cambiarse el pijama 😉 y tener en cuenta el espacio de la casa que verán otros.
- Compañía: Una gran ventaja de las catas en casa es que pueden participar otros miembros de la familia, como lo hizo mi hijo de manera directa y mi hija que trabaja en el mismo ambiente donde estaríamos y escuchó todo.
Último paso: disfrutar de la cata virtual
Los anfitriones inician la clase explicando con ayuda de una presentación power point. Luego nos van indicando de manera sencilla la mejor forma de degustar, hablan de las características de la uva, de donde proviene, de la bodega, hacemos preguntas, interactuamos, comparamos, disfrutamos del vino con guía y paso a paso.
Aunque siempre voy a extrañar las catas presenciales, esta experiencia fue muy grata y la volvería a repetir siempre que me ofrezcan, como en esta ocasión, una propuesta de valor mas allá de solo querer venderme un vino. Los que amamos el vino queremos aprender de regiones, de filosofías, de historias, de familias, de cosas útiles alrededor de esta deliciosa bebida.
Les recomiendo intentarlo porque con cada experiencia podemos ir mejorando estas nuevas prácticas digitales que han llegado para quedarse 😉
Viejas Tinajas
Fermentado en tinajas de arcilla de más de cien años de antiguedad. Es un vino patrimonial y de producción limitada, inspirado en los primeros vinos de Chile. Lo sentí muy rústico al comienzo, evolucionó bien a las dos horas.
Variedad: 100% Cinsault.
Origen: Guarilihue, Valle de Itata. Chile
Clima: Costero, con marcada influencia del Océano Pacífico.
Suelo: Granito, con presencia de cuarzo.
Guarda: Tinajas.
Gallardía
Vino fresco y muy gastronómico. Es decir pide comida. Es ligero, jugoso y fácil de tomar. Muy versátil. Se puso muy bueno a la hora de descorchado.
Variedad: 100% uva Cinsault.
Origen: Guarilihue, Valle de Itata. Chile.
Clima: Costero, con marcada influencia del Océano Pacífico.
Suelo: Granito, con presencia de cuarzo.
Guarda: Acero inoxidable.